Cartas a Amalia

Todos los días, en cualquier parte del mundo, un mochacho y una muchacha se enamoran y se aman.  En el año 1866 en el viejo Puerto Príncipe, suscribe el escritor y poeta Juan Ramírez Pellerano en su compilación  Cartas a Amalia, un joven de 25 años, se reencuentra muy amenudo con una joven que por algunos años había dejado de ver, y ahora es una hermosa dama que causa singular admiración en todos.

A estos jóvenes, Ignacio Agramonte y Amalia Simoni, la vida fue acercándolos, se comprometieron  y posteriormente contrajeron matrimonio en 1ro. de agosto de 1868.

Los estudios y los negocios relacionados con la carrera de abogado mantuvieron a Ignacio mucho tiempo en La Habana durante el noviazgo. Luego, cuando el estallido de la Guerra de los Diez Años él se incorpora a la lucha a los tres meses de casados, lo que provocó el intercambio de cartas en la pareja, (sólo se recuperó una de las remitidas por ella a él), las que sin lugar a dudas constituyen un patrimonio histórico de apreciable valor para los camagüeyanos, y que en esta sección compartiremos con nuestros lectores.


Un amor único